Después de varios meses en los que la piel ha estado la mayor parte del tiempo cubierta y protegida, llega el verano y con él la necesidad de prestarle una atención especial. La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y cuidarla es primordial para conseguir que siempre luzca radiante y fuera de peligro. Especialmente si en verano somos de los que nos gusta exponerla al sol y pasarnos los días enteros disfrutando de la playa.
Cuidar y proteger la piel en la playa
Uno de los mayores atractivos de nuestro chiringuito en la playa de Cantarriján en Granada, es que nuestros clientes pueden disfrutar de las mejores vistas al mar y del sol mientras toman una cerveza, un buen vino, un café, un cóctel… O cualquiera de nuestros platos con los mejores productos de la zona. Pero aunque el verano y las vacaciones en la playa estén para disfrutarlas al máximo, no podemos olvidar seguir cuidándonos dentro de lo posible. En este caso nos centramos en la importancia de cuidar la piel. Porque un bronceado le sienta bien a todo el mundo, pero mejor le sienta tener una piel hidratada y sana, sin manchas ni envejecimiento prematuro.
Cuidados básicos para la piel en la playa
Pasar unos días en la playa es bueno para nuestro organismo; sintetizamos la poderosa vitamina D del sol, y la salud de nuestra piel mejorará por las sales minerales y los oligo-elementos que encontramos en el mar. Pero ojo con el sol. Mejor hacer una exposición solar gradual e ir aumentando la intensidad, que pasar jornadas enteras a pleno sol.
La protección solar es imprescindible en la playa, estemos bajo la sombrilla o no. Como mínimo, se deberá utilizar una protección solar SPF 30, y aplicarla de forma generosa al menos media hora antes de exponerse al sol, cada dos horas y después de cada baño.
Las personas que tienen la piel más sensible, reactiva o alérgica, deberán utilizar un factor de protección más alto, al menos de 50.
También es importante evitar el sol directo entre las 12 y las 16 horas, ya que es en esta franja en la que el sol indice directamente sobre nosotros. ¡Las horas perfectas para estar en nuestro chiringuito!
¿Cómo cuidar las quemaduras en la piel?
Cuando no respetamos el ritual de echarnos protección solar como es debido, con frecuencia y del factor adecuado, lo más normal es que terminemos la jornada en la playa con quemaduras solares en la piel.
Las quemaduras son algo serio, por lo que debe actuarse de forma adecuada para aliviar el dolor y poder calmar el dolor que causarán hasta las sábanas de la cama.
Aunque el agua fría puede darnos la sensación de alivio, hay que tener cuidado, ya que la cal puede empeorar las quemaduras.
Podemos aplicar loción limpiadora suave, sin alcohol sobre la piel con ayuda de un algodón y frotar en las zonas agredidas.
Existen muchos remedios caseros, como la aplicación de yogur, leche o incluso un tomate aplastado, que alivia la sensación de picor y tirantez.
Los días siguientes es más conveniente evitar el sol y aplicarse crema varias veces al día. El aloe vera es el remedio estrella para cuidar la piel quemada y aliviar el dolor de las quemaduras. También funciona bien el aceite de rosa mosqueta, por regenerar la piel, calmarla e hidratarla.
Hidratar la piel en verano
Hidratar la piel en verano es esencial, no sólo porque ésta lo necesitará por la exposición al sol y otros agentes externos como la sal del mar y el cloro de las piscinas. Cuando la piel está hidratada se conseguirá ponerse moreno más rápido sin dañar la piel.
Para el rostro, se deberá aplicar crema de día y otra de noche antes de acostarse. Además, podemos exfoliarla una vez a la semana y no olvidarnos del ritual de belleza y limpieza de la piel cada día.
Para el cuerpo, podemos utilizar una crema hidratante después de la ducha y after sun tras cada exposición al sol, te hayas quemado o no.