En nuestro restaurante la Barraca disfrutamos a diario de las maravillas naturales que nos ofrece la zona de la Herradura. Pero, ¿sabías que en el año 1562 la Herradura fue escenario de uno de los mayores naufragios que se recuerdan de la historia naval de España? En este naufragio de la Herradura se hundieron 25 galeras dirigidas por Don Juan de Mendoza y murieron entorno a 5000 personas. ¿Quieres saber más?
Uno de los tres peores naufragios del Mediterráneo hasta ese año
El naufragio que tuvo lugar en la Herradura el 19 de octubre de 1562, en la que aquel entonces era la costa del Reino de Granada, sólo puede compararse en magnitud a los que se produjeron en los años 1518 y 1541.
En el naufragio de 1518, cuatro mil personas perdieron la vida en los hundimientos de una escuadra que se encontraba al mando de Don Hugo de Moncada. Mientras que en el naufragio que se produjo en el 1541, también en aguas del Mediterráneo, los fallecidos ascendieron a unos ocho mil. Todos ellos miembros de la expedición de conquista de Argel, encabezada por el emperador Carlos V.
Política defensiva de Felipe II frente a la amenaza de los del corso y piratas turcos
El naufragio de 1562 en la Herradura se sitúa dentro del contexto de la política defensiva que estableció Felipe II en el Mediterráneo, como consecuencia de las amenazas por parte de los del corso y piratas turco-berberisca sobre los dominios de la Monarquía Católica.
Para fortalecer este sistema de defensa, durante el reinado de Carlos V se impulsó la firma de una serie de asientos, que permitieron que se consolidara un sistema de escuadras navales, integrado por las galeras de España, Sicilia, Nápoles y Génova.
Esta flota de guerra, en 1562 estaba compuesta por más de 70 navíos, de los cuales doce conformaban las galeras de España. La escuadra española se dedicaban a inspeccionar y controlar el contrabando, el corso y la piratería turco-berberisca. Además, transportaban soldados y abastecían los principales presidios españoles en el norte de África y las plazas que la Monarquía controlaba en Italia. Sobretodo en Nápoles, Sicilia y Cerdeña.
Don Juan de Mendoza, al mando de las galeras de España
Por aquel entonces, el mando de las galeras pertenecía al capitán general de galeras que no era otro que Don Juan de Mendoza Carrillo. La familia de los Mendoza eran uno de los linajes con mayor influencia política en la Corte de España, motivo por el que se dedicaban al servicio de la Corona en distintos cargos de la administración.
En el año en el que se produjo el naufragio en la Herradura, Don Juan era el encargado de dirigir una gran flota destinada al aprovisionamiento, inspección, vigilancia y saqueo de naves corsarias y piratas en el espacio marítimo comprendido entre las costas del levante peninsular y las posesiones italianas de la Monarquía Hispánica.
Esta flota estaba compuesta por doce galeras de España, seis de Nápoles, otras seis del genovés Antonio Doria y ocho de diferentes asentistas italianos.
De estas 32 naves, 28 se dirigieron a costas españolas para recoger provisiones y hombres en las costas de Cartagena y Málaga.
El doce de agosto llegaron a Cartagena, desde donde partieron a Málaga para cargar provisiones, dinero y mujeres y familiares de soldados que se encontraban en el presidio de Orán-Mazalquivir.
Don Juan de Mendoza, que temía la entrada del viento de levante y una posible borrasca, decidió salir con las 28 galeras de la escuadra del puerto de Málaga, donde las embarcaciones estaban muy expuestas a los vientos del este. Desde ahí quiso moverlas a la bahía de la Herradura. Ya que el general sabía bien que esta zona flanqueada por dos puntas, el Cerro Gordo al oeste y la Punta de la Mona al este, podía servir de muralla en caso de temporal.
¿Cómo se produjo el naufragio de la Herradura de 1562?
Ya en dirección a la Herradura se inició la tormenta, y a la altura del Rincón de la Victoria se produjeron los primeros daños a la escuadra, e importantes cambios en el viento que dificultaban la intención de las naves de salvaguardarse en la bahía de la Herradura.
En torno a las diez de la mañana del 19 de octubre, con el objetivo de proteger las galeras de los vientos de levante en la cara oeste de la Punta de la Mona, el general colocó las naves en formación desde la punta hacia tierra, encabezadas por la galera Soberana. Pero al bajar anclas y realizar el amarre, se produjo un cambio brusco del viento. En ese momento, las naves no consiguieron levar las anclas y las embarcaciones comenzaron a chocar unas con otras y con las rocas.
Finalmente murieron en los hechos entorno a 5000 personas, entre las que se incluyen a don Juan, los hijos del conde de Alcaudete, gobernador de Orán, el primo de don Juan de Mendoza, don Francisco, hijo del marqués de Mondéjar, soldados, remeros, marinos y pasaje. De las 28 galeras sólo se libraron las tres que se habían refugiado en la cara este de la Punta de la Mona.
En medio de este pasaje desolador, los habitantes de Almuñecar se esmeraron en ayudar a los algo más de 2.000 supervivientes de la tragedia, y se encargaron de las tareas de enterramiento de los cuerpos que el mar fue arrojando a tierra las semanas y meses posteriores.