Hay quien no le teme a bañarse en la Playa de Cantarriján también en invierno, lugar donde se encuentra nuestro chiringuito en Almuñecar. Y es que esta playa de La Herradura invita a darse un chapuzón en cualquier época del año. De hecho, el agua fría tiene numerosos beneficios para la salud. Pero, ¿cuáles son ciertos y cuáles son sólo mitos? ¡Os lo contamos a continuación!

La historia de bañarse con agua fría

Los baños con agua fría se conocen desde la antigüedad. Hipócretes, el primer médico que aparece en medios escritos, ya los utilizaba como remedio para tratar numerosas enfermedades y dolencias. Con el tiempo, bañarse con agua fría ha seguido utilizándose con muchos fines. En algunos países incluso es tradición terminar una ducha caliente en invierno con otra de agua fría. Como ocurre con la ducha escocesa.

Los baños con agua fría, ideales para activarse por la mañana

El contacto de nuestra piel con el frío activa muchas señales que se dirigen al cerebro. A la vez, cuando nos bañamos con agua fría, se activa en nosotros un sistema de alerta. Tal y como ocurre cuando estamos ante un peligro inminente: Se produce una gran secreción de dopamina y noradrenalina.

Por tanto, después de un baño de agua caliente para relajar los músculos, el agua fría produce que nuestro sistema endocrino genere las hormonas que aparecen con el estrés, pero sin los efectos negativos de éste. Es decir, que los bañarse con agua fría por la mañana hace que estemos más activos y despiertos a nivel físico y mental. Para ello, basta con entrar en contacto con agua a una temperatura de unos quince grados por unos segundos.

Tomar antes un baño con agua caliente puede evitar contracturas y posibles lesiones al estar los tendones en frío.

¿Bañarse con agua fría ayuda a adelgazar?

Cuando bebemos agua muy fría, o nos bañamos en agua fría, el organismo tiene que hacer un esfuerzo extra para aclimatarse y contrarrestar el frío al que le estamos sometiendo. Esto hace que el metabolismo se acelere y aumente el consumo energético.

Por otro lado, con el agua fría se acelera también la circulación para poder llevar sangre caliente a los músculos y órganos que se hayan enfriado. Así lo piden nuestros receptores nerviosos.

Para poder equilibrar la temperatura, nuestro cuerpo quema la grasa que precisamente tenemos para esa función. Por lo que podría decirse que los baños con agua fría podrían ayudar a adelgazar.

Por otro lado, contrastar agua caliente con fría puede ayudar a la recuperación del músculo después del ejercicio intenso. Sobretodo si se ha sufrido alguna lesión o rotura.

El agua fría ayuda a mejorar el sistema inmunitario

Según una investigación publicada en la revista Plos One, bañarse con agua fría al menos durante treinta segundos mejora el sistema inmunitario. Especialmente de manera preventiva.

La primera conclusión de este estudio es que los más de tres mil individuos analizados de 18 a 65 años que tomaron baños con agua fría redujeron un 29% su absentismo laboral por motivo de enfermedades. La otra conclusión es que no se encontró ninguna diferencia entre tomar duchas de 30, 60 o 90 segundos con agua fría. Por lo que basta con los treinta segundos.

Y tú, ¿te animas a darte un baño en agua fría en pleno invierno? Nosotros prometemos prepararte algo calentito para cuando salgas del agua. Eso sí, siempre con precaución. Sus beneficios son varios y cualquier persona sana, que no padezca ninguna enfermedad, infección activa o que se encuentre embarazada puede disfrutar de la playa los 365 días al año. ¡Pero ojo con estar mucho tiempo en agua fría o de no abrigarse rápidamente tras salir de ella!

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