Hacer fotos a la comida se ha vuelto una práctica muy popular en nuestra sociedad. Compartir con los seguidores de las redes sociales lo que se come a diario es algo que cada vez más personas hacen. Pero hacer fotos de comida es aún más común cuando se visita un restaurante con buenas vistas como La Barraca Cantarriján en La Herradura, o un local en el que la apariencia de los platos se cuida al milímetro.

Trucos ‘amateur’ para fotografiar comida

Como ocurre con todo, hacer unas buenas fotos de comida tiene sus ‘truquillos’. Así que ya sea para compartir estas fotos en las redes sociales, o para mejorar las dotes como persona amante de la fotografía, atento/a, porque aquí van algunos de ellos.

Busca un buen fondo para tus fotos de comida

En este tipo de fotos, lo importante es la comida. Por lo que es importante que esto se transmita en la imagen que se tome. Es decir, se deberá evitar que los elementos del fondo, el mantel o el propio plato/envase llame más la atención que los alimentos que están en el plato. Y por supuesto, que no aparezca ninguna persona detrás del plato.

En este sentido, se tendrá que intentar que el fondo sea lo más neutral posible y a ser posible que esté compuesto por tonos tierra o blanco. Del fondo también depende que los colores de la comida brillen más y mejor. Así que también funcionan bien como fondo los colores opuestos a los de los alimentos.

Hoy en día resulta más sencillo restar importancia al fondo, ya que muchas cámaras de smartphone cuentan con modos de enfoque que desenfocan el fondo.

Juega con la luz

En la fotografía, la luz es uno de los elementos más importantes. Por ejemplo, puede conseguirse una imagen más dramática si lo que se vaya a fotografiar se ilumina desde atrás o desde un lateral.

En las fotos de comida, las sombras pueden mejorar la textura de los alimentos.

Como no siempre se va con un foco a comer, puede hacerse una muy buena foto colocando el plato cerca de una ventana con una buena luz natural. O si es de noche, puede utilizarse como foco una vela (si la hubiese) o incluso otro móvil.

Consejos básicos para fotos de comida profesionales

Si las fotos de comida pasan a ser un tema profesional, las técnicas para fotografiar alimentos se vuelven algo más precisas. Incluso en estos casos suele importar más que la foto sea atractiva, a que los alimentos tengan un buen sabor.

Los alimentos mejor crudos

Cuando la comida está cocinada, tiende a perder el brillo y los colores vibrantes. Por eso, si se está en casa, el momento ideal para hacer fotos de comida es que ésta no esté completamente cocinada.

Por ejemplo, las verduras van perdiendo su color cuando se cocinan mucho.

Con la carne ocurre algo similar, ya que cuando se cocina mucho puede perder volumen y vistosidad.

Los ingredientes, mejor a la vista

En muchos platos cocinadas, que todos los ingredientes puedan verse y queden vistosos y estéticos, puede ser complicado. Pero puede conseguirse darle vistosidad añadiendo bajo ellos puré de patatas o cualquier otro elemento que puede hacer de soporte para colocar los ingredientes estrategicamente. Esto sirve para guisos o sopas. En el caso de bocadillos o hamburguesas, podemos mover los ingredientes para que se vean más por el lado o mover el pan un poco hacia atrás para que parezca que los ingredientes sobresalen más.

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